A alguno que otro nos ha pillado un poco de sorpresa la revista general de diarios, ¿eh, Lier? No nos acabábamos de creer que teníamos que escribirlos a diario y nos vamos dejando el cuaderno por cualquier parte. Que se lo digan a Álvaro y a Sergio, que han tenido que volver a la escuela a la hora de comer, porque habían olvidado guardarlos en la mochila.
No nos corrigen la gramática, pero sí miran al esfuerzo y dedicación, a que no despachemos en dos líneas apresuradas y plagadas de tachones el día a día. Se valora hablar de los sentimientos, sensaciones y reacciones que vamos experimentando; que hablemos de nuestros ratos en familia, de nuestras impresiones, de nuestra evolución. Y que lo hagamos de un modo atrayente, que invite a leer más y a disfrutar de las anécdotas que relatamos. Se pueden ilustrar las entradillas del diario, decorarlo, utilizar la imaginación para personalizarlo.
Hay de todo, como en botica. Y para muestra, un botón. Bueno, cuatro. Dos interesantes y dos inaceptables. A ver si tenemos el mismo criterio...
Tenemos alguna foto de los deportes que hemos practicado antes de entrar a nadar: fútbol, la mayoría de los chicos. Baloncesto, Álvaro, Miguel y Lander. Las chicas han pasado del fútbol y han jugado a baloncesto, voleyball y badminton.
En la piscina no está permitido tomar imágenes, de modo que no hay testimonio gráfico, pero lo hemos pasado estupendamente. Hoy, eso sí, volvemos cansados a casa.
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